Todo ocurre el día dos de noviembre. Paula le pregunta a su mejor amiga Cris, si va a ir al cementerio a llevar flores a los difuntos. Cris la dice que no que ella nunca ha hecho ese tipo de cosas y que no la gusta porque la pone más triste. Paula la dice a Cris que lo único que la pasa es que tiene miedo. Al final después de haberlo discutido un buen rato quedaron a las nueve en el cementerio, habían apostado a que Cris aguantaría sola una noche en el cementerio. Cuando ya estaban dentro a Cris le empezó a dar miedo pero a su amiga le decía que no tenía miedo que estaba muy bien. Cuando Paula se fue Cris estuvo un rato sentada sin saber que hacer. Se levanto una brisa que después se convirtió en un fuerte viento. Seguido empezó a llover Cris fue a la puerta del cementerio donde había una especie de tejavana. Ya eran las diez y cuarto pasadas, se había levantado una tormenta Cris lo estaba pasando fatal. De pronto empezó a oír unos aullidos y unas voces gritando Cris empezó a correr, ya la daba igual si sus amigos se reían de ella porque la de miedo un cementerio lo único que quería era no morir. Fue hacia la salida pero la puerta estaba cerrada y cada vez la voz se la oía más cerca. Todavía seguía lloviendo y no parecía que iba a parar dentro de poco. Cris no sabía que hacer fue para un lado para el otro pero no sabía como poder escapar. Las farolas se habían apagado como Cris no podía ver nada se tropezó y se cayó, de repente oyó una voz que la hablaba Cris se asusto aun más. No pudo entender nada de lo que la decían. Cris estaba asustada no lo soportaba más quería irse a su casa. Volvió la luz de una farola pero no alumbraba casi nada, solo se veía una cabaña muy pequeña. Cris decidió ir a ver lo que era. Era como un almacén donde se guardaban cosas de los entierros Cris se dijo para dentro que no se asustase era lógico que hubiera esas cosas era un cementerio. De repente la puerta se cerro de un golpe Cris intento abrirla pero no se podía estaba cerrada como si alguien estuviera tirando de ella por la parte de fuera. Cris decidió avanzar un paso pero ¡PAN! Cris se cayó por un agujero no sabía donde estaba miró a los lados y vio un cadáver Cris empezó a chillar. Justamente debajo de sus pies había una cuerda, la cogió y la engancho como pudo aunque ella sabía que se podía caer en cualquier momento y hacerse mucho daño. Con mucha fuerza y unos cuantos intentos consiguió salir de ahí. Cris volvió a intentar abrir de nuevo otra vez la puerta pero nada, empezó a gritar y a dar golpes y de repente la puerta se abrió.
Cuando salio a la calle oyó unas risas y unas voces, dio una vuelta a la cabaña y ahí estaban todos sus amigos que la había gastado una broma.
-Que con que no tenías miedo.
La dijo su mejor amiga Paula. Cris se enfado un poco porque la había sentado mal esa broma (y la verdad con razón) la había asustado mucho. Al final ya se había puesto más contenta pero todavía estaba algo mosqueada. Hay una pregunta que se la hace muy a menudo a sus amigos pero que ellos nunca se lo acaban diciendo y es como podía haber montado todo eso tan perfecto.
Claudia Martín 6ºB.
Blog del Tercer Ciclo del Ceip. Buenaventura González de Bezana. Cantabria.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario